viernes, 13 de febrero de 2015

Creencia sobre razón, primacía de lo tradicional

Tras la Edad Moderna, con el auge del pensamiento científico y parcial descarte de aquellas teorías metafísicas greco-medievales, se comienza a imponer un punto de vista basado en la razón que, pese a haber sido muy anteriormente precedido por la lógica aristotélica, se considera el único verdadero -cuyo cénit lo alcanzarían los positivistas del siglo XIX- relegando así a la creencia, lo sobrenatural a un segundo plano; en menor o mayor grado. Sin embargo, esto no es así de sencillo, ni es del todo cierto.


Como se puede ver en la actualidad, las creencias siguen teniendo un importante peso en la sociedad (si no a veces el mayoritario): Estados modernos basados en ideas primitivas, como el sentimiento de patria o unidad (del cual hablaré más adelante); gran importancia de la religión, llegando a negar todo aquello que su opositora (al menos en occidente) ha constatado como contrario al dogma; además de anhelos, rituales, esperanzas (gran base de la atracción política, y no sólo la estrictamente demagoga), etcétera, etcétera.

Tal lista es interminable, ya que la cultura, aquello creado por el ser humano a través de la imaginación, no traído por ningún ser o criatura brillante acompañado de música (en su defecto enfermedades mortales), es en lo que se basa la vida de los poseedores de capacidad intelectiva, sea puesta o no en práctica, y como tal: es base de la sociedad actual, independientemente de todas las facilidades o conocimiento que haya traído consigo la ciencia.

Sin embargo el problema no está en la cultura en sí, sino en la asimilación de esta como dogma (no estrictamente cristiano), cuando ni posee una base autojustificable -cosa que en muchas ocasiones la misma ciencia puede llegar a fallar como tal-, pasando así de ser pura afirmación a verdad absoluta.

Y tal vez esto no tendría connotaciones negativas, si no fuera continuamente usado como cebo y motor de la gente, considerando que cualquier cosa, por "abominable" pueda ser considerada, es digna de pensarse y/o creer, siempre que no afecte a terceros. Volviendo así al tema anteriormente nombrado, la conversión de ideas primitivas en instrumento para el movimiento de masas.


Pongamos un ejemplo muy general. La política, consistente, como bien diría Maquiavelo, en el arte de conseguir el poder y mantenerlo, en los supuestos sistemas democrático-pseudo-electivos se nutre del convencimiento. Para ello usando la esperanza y la defensa, o concesión, de ideas que sean cómodas de pensar, y por ello de aceptación casi inmediata. ¿Y qué es más cómodo de aceptar que aquello que de antemano ya habíamos aceptado?

Me explico, sentimientos (que no emociones) como el "amor" a la nación, las unidades religiosa y familiar, y demás son utilizados constantemente por todos los bandos (dejémonos de separación derecha-izquierda, por favor) como medio de convencimiento. Y la razón de ello radica en que tales principios están íntimamente ligados al ser humano -ya que no son sino proyecciones o aplicaciones humano-culturales de los principios de supervivencia más básicos, presentes en todo ser viv; sea vegetal, animal, etc.- y por ello éste los tiene asimilados de antemano, según el propio código genético, y los aceptará en contra de lo que la razón pudiera haberle dicho.

En resumen: instintos, convertidos en ideas, convertidas en verdades, aceptadas por el animal humano (el cual cada vez se ve más abocado a la negación de la cultura, optando por una mayor comodidad mental como supone el hecho de estar pegado frente al televisor) y usadas así para su libre manipulación y disfrute, con todas las matanzas que esto pueda suponer.


Algún otro ejemplo más, al caso del código genético. En una época donde la teoría evolutiva de supervivencia del más apto cuenta con más de 150 años de antigüedad, y siendo esta ampliamente reconocida como verdadera; aún es frecuente ver casos como el creacionismo, fuertemente impuesto en el sistema americano; la negación automática de esta, e incluso comunes y repetitivos errores por parte de aquellos que creen en ella.

Así, no es raro ver afirmaciones del estilo "Un ave pierde la capacidad de volar por no tener depredadores terrestres" en libros de texto y demás medios de información, reafirmando así el transformismo lamarckiano, a pesar de que éste fue rebatido como falso, ya que la función no hace el órgano, sino que la evolución no es más que una serie de características perpetuadas en base a factores aleatorios. Siendo así la expresión correcta "La ausencia de depredadores terrestres permite que dicha ave sin la capacidad de volar perviva".

La razón de fallos de tal calibre deriva principalmente de una cosa: el pensamiento cristiano y tradicional, el cual ha educado a la gran mayoría de la población actual de forma que todo debe tener su función, lo cual no es así. Las cosas son y punto, y esto ya es decir mucho. Ni todo tiene explicación (al menos de momento), ni debe ser aceptado como verdad, al menos absoluta, aquello no demostrable, cosa que el ser humano ha venido haciendo con casi cada explicación del propio mundo o de otros.


A esto se unen la infinitud de rituales y costumbres "tradicionales", de carácter profundamente psicológico y relativa utilidad, todo dependiendo del contexto y cultura en que se efectúen. Así, distan mucho las prácticas hinduístas que algún español, de mucho saber poco, enunciando que, por ejemplo, los Chakras se utilizan para conseguir mayor defensa, o cualquier incongruencia semejante.

Finalmente, y en conclusión, finalizo este artículo dando a pensar si, cómo a pesar de haber sido tan duramente demostradas insostenibles la gran mayoría de creencias, son capaces de persistir en la historia de manera variable, pero casi siempre imponiéndose sobre lo que la razón nos podría decir.

Quizás sea un símbolo de que el ser humano no ha evolucionado tan bien como creemos, no dejando de ser un animal que crea sus propias mentiras para sentirse "no animal", concluyendo en una exaltación de la estupidez y la hipocresía.

Agradezco su lectura.

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